Parece que una de las constantes que actualmente atañen al
guionista británico Kieron Gillen, es precisamente la revisión por el pasado de
alguno de los personajes más icónicos de La Casa de las Ideas.
Sin ir demasiado lejos tenemos la completa revisión que
realizó de Siniestro a quién sin duda convirtió en la némesis definitiva del
Equipo Extinción; mientras que el joven Loki también tuvo su particular
tratamiento y más recientemente el ‘Origen Secreto de Tony Stark’ ha sido sin
duda alguna el que probablemente le haya servido como boleto para encargarse de
la secuela de Origen.
Y es que cabe preguntarse si aún quedaba algo por contar del
pasado de Lobezno y si era realmente necesario.
Pero una de las grandes de Gilen radica precisamente en que
todos sus aportes, pese a no remover demasiado el icónico pasado del personaje,
sí añade sutiles detalles que le dan nuevos matices a unos personajes tan
quemados como los que hemos hablado antes. Cincuenta años de historia dan para
mucho y por el momento el escritor ha plantado cara sin miedo alguno.
Adam Kubert ya es un viejo conocido del lugar y más de la trayectoria
recienta del mutante de las tres garras, ya que sus dibujos han acompañado al
mutante en su gran mayoría desde su vuelta de la Distinguida Competencia.
¿Veremos de aquí diez años el final de la trilogía?
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