lunes, 6 de junio de 2011

Crítica de 'X-Men: Primera Generación' por Julián M. Clemente

El Editor Marvel en España, Julián M. Clemente, como el resto de mortales ante todo es un fan de los tebeos y lo demuestra el hecho de que a cada mail que le mandemos nos responda o nos ayude en cuanto necesitemos para calmar el ansía de nuestros insidiosos lectores. Como todo fan que se precie, él también tiene su opinión sobre lo visto en las pantallas cinematográficas de todo el mundo y aquí os dejamos su opinión sobre la película por si aún os quedaban dudas sobre si ir a verla o no, algo que recomendamos encarecidamente desde X-Men Generation, todo sea dicho.

Hace ya una década que el primer X-Men lo cambió todo. La visionaria película de Bryan Singer sacó a Marvel de la bancarrota en la que se encontraba, dio el impulso necesario para que la editorial se atreviera al cambio y abrió as puertas al tratamiento adulto y sofisticado del género de superhéroes. Dicho de otra manera: Sin X-Men no estaríamos donde estamos ahora. Por eso, resultó especialmente triste que, con el paso de los años y tras una brillante secuela incluso mejor que el primer filme, la franquicia se deteriorara hasta decir basta. Una apresurada X-Men 3 sin la presencia de Singer en la que apenas destacaba la habilidad del director para imitar los planos de éste dio lugar a la sonrojante precuela protagonizada por un Lobezno muy blandito e infantil que enterró definitivamente cualquier ilusión que quedara.


En Fox, que ahora demuestran que no siempre se equivocan, debieron tomar nota y han hecho lo imposible por recuperar la legitimidad que un día tuvieron. Para ello, lograron repescar a Bryan Singer, un tanto escaldado de la respuesta de sus últimos proyectos, de tal manera que, si bien no volvería a ponerse detrás de las cámaras, sí estaría como desarrollador y productor del proyecto. Singer se hizo entonces con los servicios de Matthew Vaughn (Stardust, Kick Ass), un tipo inteligente y con buen ojo, capaz de mantener su personalidad propia sin necesidad de renunciar a un tono que ya estuviera presente en las películas iniciales y que conecta sin remilgos con éstas.

Porque Vaughn necesitaba acreditarse como merecedor de la resurrección de la franquicia, lo primero que hace es enviar ese mensaje, el de que esta película tiende un puente con las dos primeras, y lo hace mediante una primera escena en la que, sencillamente, reutiliza el comienzo del X-Men original, con la llegada de Magneto joven al campo de concentración. A partir de ahí, con el seguidor de la saga metido en el bolsillo, hace la película suya, pero sin romper en ningún momento ese cordón umbilical que le conecta con los otros filmes, ya sea a través de circunstancias anecdóticas, ya sea centrando en el discurso del filme en la relación entre Magneto y Xavier. En el primer aspecto, hay impagables regalos, como el mantra que repite Xavier sobre la evolución y que no es sino el discurso que enunciaba la voz en off de Patrick Stewart al comienzo de X-Men y Famke Janssen al final de X-Men 2 o el maravilloso cameo de Lobezno, uno de los momentos de pura ovación fanboy con los que cuenta el metraje. 


Todo eso sirve para armar y fortalecer el corazón del filme, que no es sino la historia de Xavier y Magneto, una tragedia griega mutante alrededor de su amistad, sus diferencias y aquello que les separó. Es esa la verdadera historia que cuenta Primera generación, la que obliga a desdibujar el resto y aboca el filme hacia una conclusión que se va abriendo camino inexorablemente, no porque sabemos que así van a terminar las cosas, sino porque no pueden acabar de otra manera. Las vidas de ambos personajes se configuran de tal forma que no puedan ser otras las decisiones que toman. A tal efecto, ambos actores están soberbios, de manera que el espectador pueda empatizar con las posturas, entender al pacifista y esperanzador Xavier, pero también comprender por completo a ese Magneto que, como en los cómics, ha visto un holocausto y no está dispuesto a contemplar otro. Como precuela, esto es, como relato de qué ocurrió antes que explica el después, X-Men: Primera generación se clasifica como quintaesencial, una verdadera lección de narrativa y de cine que debería estudiar George Lucas para descubrir en qué falló con sus últimos filmes de Star Wars.

Si el binomio Magneto / Xavier es importante, este se enriquece y adquiere pleno sentido a través de un contexto temporal, el de los años sesenta, y alrededor de un reparto secundario pero fundamental, el de esos chicos de la "Primera generación" y los enemigos a quienes se enfrentan, el Club Fuego Infernal. La situación de la historia en los años sesenta entraña un cierto riesgo, que Vaughn minimiza reduciendo al máximo, quizás en exceso, la ambientación y los toques retros a los que pudiera haber recurrido. La película, como las de Singer, es premeditadamente de un clasicismo atemporal, de tal manera que sólo el contexto socio-político desvela en qué año nos encontramos. La crisis de los misiles cubanos podría haberse erigido como metáfora, pero no llega tan lejos: es una excusa para contextualizar la historia. No, esto no es el Mad Men de los superhéroes, por mucho que la presencia de January Jones podría hacer que algún despistado pensara tal cosa.

Los alumnos de los que se rodea Xavier en su primera clase quizás sean una de las formaciones más extrañas que haya conocido jamás La Patrulla-X. Esta película tenía muchos amos a los que ser fiel. Podía elegir entre el borrón y cuenta nueva, entre olvidarse de los largometrajes anteriores y empezar de nuevo o podría optar por el espíritu de precuela oficial. Lo segundo significaba, forzosamente, salirse del contexto de la "Primera Generación" de La Patrulla-X que puede verse en los cómics, y ése ha sido el camino que se ha seguido. Los mutantes que forman el equipo surgen de las necesidades argumentales del filme, no de la literalidad de los cómics. Tenemos mutantes propios de todas las épocas imaginables del tebeo, e incluso sorprende el ánimo de los realizadores a la hora de elegir personajes irrelevantes dentro de las viñetas, como Angel Salvatore, Azazel o Frenesí, pero se entiende en cuanto a que responden a unas necesidades estéticas o argumentales.


Curiosamente, las alusiones más obvias a la época en la que se desarrolla la historia vienen del Club Fuego Infernal: los escenarios en que se mueven los villanos y el aspecto que lucen son herederos en gran medida de la referencia que tomaron Claremont y Byrne para crear al grupo, y que no fue otro sino el capítulo "Un toque de azufre", de la mítica serie inglesa de Los Vengadores. De nuevo, Vaughn y Singer toman y añaden lo que necesitan, por lo que habrá más de un fan, obsesionado con que cine sea fotocopia de cómic, que se haya llevado las manos a la cabeza con detalles puntuales y anecdóticos , juzgados como tales por el espectador de mente abierta y sin complejos. Es el que perdona también la escasa atención hacia las historias personales de un reparto gigantesco, pese a que nos quedemos con ganas, con muchas ganas, de más Emma Frost, de más Mística, de más Sebastian Shaw (sólo en ellos, hay otras películas pendientes de contar).

Las decisiones que se han tomado se descubren como correctas al llegar al final del filme y al entender que, frente a las franquicias que optan por reiniciarse a la primera flaqueza, X-Men, la saga cinematográfica, ha creado ya su propia mitología, que acude a los cómics cuando hace falta pero que se ha ganado su propia independencia. Aquí ha ocurrido algo que ya se diera en esos tebeos: los elementos distintivos de la franquicia se han vuelto tan poderosos e hipnóticos que están por encima de un tropezón puntual: los fans están dispuestos a perdonar siempre que se recupere la magia del primer hechizó. Y con X-Men: Primera Generación, la magia ha vuelto a conjurarse.

12 comentarios:

  1. Completamente de acuerdo. No es fiel al comic pero han sabido utilizar los personajes con maestría (menos a Marea) y ojalá podamos ver evolucionar más a Mística y muchos más trucos mentales de Emma.
    x cierto, me he descolocado leyendo la crítica donde menciona a Frenesí. que yo sepa no aparece en la película, o me la he pasado de largo??

    ResponderEliminar
  2. Creo que se ha confundido con Marea, aunque el personaje ha quedado completamente desaprovechado. Aunque en vistas a sus últimas apariciones (me estoy leyendo los primeros números de Carey en X-Men), tampoco es que se eche de menos algún diálogo ingenioso del villano.

    ResponderEliminar
  3. Tenían que meter algún villano de relleno y por eso la pérdida ha sido pequeña jeje marea tampoco es que aporte mucho en el comic, sobre todo desde que no paran de clonarlo jeje

    ResponderEliminar
  4. Al igual que Dientes de Sable o Sapo en la primera de X-Men, que pocas líneas de diálogo tienen... Y Mística se salvaba por ser quién era, algo que remediaron en la segunda pero jodieron en la tercera. Joder aún siento escalofríos al ver a Raven sacrificándose por Magneto y éste dándole la espalda sin más.

    ResponderEliminar
  5. Sí, la pobre amaba/admiraba tanto a Magneto que que se sacrifica.. aunque nunca terminé de creerme que la cura hiciera demasiado efecto en ella, quizá sí al principio, pero conociendo a Mística prefiero creer que se quitó del medio fingiendo ser humana después del feo de Magneto. Teoría que refuerzo con el cameo de Rebecca Romijn en First Class.
    El sapo aunque es una total reinvención me encantó y me hubiera gustado verlo en alguna secuela.
    Y me gustaría ver en que momento Magneto y Dientes de Sable se asociaron.

    ResponderEliminar
  6. Es de esperar que eso lo veamos si deciden hacer una secuela o incluso formar una trilogía, que no sería nada descabellado teniendo en cuenta el afán de FOX por conseguir rentabilidad a los derechos de los mutantes que no suelta.

    ResponderEliminar
  7. ya se habló hace poco de X-men 4 y 5. Ojalá se dejen ya de Lobeznos y nos traigan a Apocalipsis, los Centinelas, la masacre de Genosha...
    hay tantos argumentos buenos...

    ResponderEliminar
  8. También leí lo de que pretendían hacer un X-Men 4 y 5, pero creo que fue porque tenía la boca muy calentita la productora y se perdía en los números que le podían proporcionar los beneficios de la franquicia. Algo que creo que deberían cuidar, porque 'La última decisión' no dejó el listón muy alto y los fans de los mutantes, o cinematográficos ya puestos, tampoco están para que sobresaturen el mercado de películas porque sí.

    ResponderEliminar
  9. que tarden lo que quieran jeje pero mientras salgan proyectos de calidad como este último estaré contento

    ResponderEliminar
  10. Yo si fuera de la Fox y pudiera atar a Synger, haría dos franquicias (incluso 3) que se alternaran cada año y medio:
    - La línea Primera Generación continuando con la formación de La Hermandad, La Patrulla X, jóvenes estudiantes como Jean, Tormenta o Cíclope, las maquinaciones de Emma y su posterior redención, la evolución de la relación Mística-Magneto, el origen de Rondador Nocturno...
    - La línea X-Men en el presente. Recomposición de la Patrulla X, resurrecciones y recuperación de poderes (pero con sentido), otra escuela de mutantes capitaneada por una madurita Emma Frost (recuperando la idea original de Synger de que fuera Sigourney Weaver la Emma de las pelis), conquista de Genosha por parte de Magneto, destrucción de Genosha por los Centinelas, maquinaciones en la sombra de Siniestro y Apocalipsis, los villanos de una hipotética 5º película...
    - La línea Orígenes con Masacre, The Wolverine, quizá Tormenta y alguna más pero con continuidad con las otras no como la de Lobezno.

    No sé si la Fox tiene los derechos de todos lo mutantes, así que lo mismo Mercurio y Wanda podrían entrar en acción también. Quizá dentro de unos años tengamos en el cine No más mutantes

    Y creo que con estas ideas me voy a montar un bonito post sobre mis futuras películas ideales!!

    ResponderEliminar
  11. sí, está claro que Singer tiene un don para tratar con mutantes. Viendo los resultados en taquilla casi seguro q continúan con la Segunda Generación, quizá ya en los años 80 con ciclope, jean y tormenta uniendose a la bestia y a los que qeden de esta primera generacion.
    quizá aqi nos presenten a los centinelas xq en X3 la sala del peligro ya los conocia.

    con los x-men de la trilogia, eliminaria a lobezno del argumento y qiero ver a Tormenta dirigiendo el cotarro y optaría por ver a Pícara en todo su esplendor al hombre de hielo y sus toboganes, bala de cañon, jubilo, siryn, polaris, mariposa mental... la muerte de ciclope tiene facil solucion con decir que simplemente perdio la memoria x culpa de fenix. pero no creo q se les ocurra traer a jean de vuelta y menos aun de la forma q lo hicieron la ultima vez.
    qiero ver a apocalipsis transformando al Angel en Arcangel.. seria la leche.

    lo de lobezno ya tiene poca solucion, solo espero que rescate a Dientes de Sable para aliarse con magneto en alguna pelicula de Generation.

    y espero q el tiron de orejas les sirva para devolvernos al Mercenario Bocazas como se merece. me encantaria ver a Masacre rompiendo la cuarta pared en una película.

    ResponderEliminar
  12. mi reseña, por si interesa:

    http://bellaaurora.blogspot.com/2011/06/x-men-first-class-point-between-rage.html

    ResponderEliminar