Uno de los grandes aciertos
editoriales de Marvel a principios del presente siglo, fue la creación de la
línea ‘Ultimate’. Dónde se pretendía revitalizar los conceptos que hicieron
famosos a sus héroes más punteros, a través de la implicación comercial que
suponía el éxito que cosechaban las producciones cinematográficas que empezaban
a estrenarse en las salas de todo el mundo, haciendo más conocidos que nunca a
los personajes.
Bendis se quedó con Spiderman y
al año siguiente llegó el título que no podía faltar, ‘X-Men’. Mark Millar fue
el encargado de revitalizar a los mutantes del universo definitivo junto con
los Kubert, en una etapa a la par de entrañable se convirtió en una compra indispensable
al conjugar ideas y conceptos clásicos con las rompedoras e innovadoras puestas
en escena del Sr. Millar. Tres años fue lo que duró su periplo en el título
dejándonos sagas y conceptos que otros aprovecharían en sus siguientes etapas y
es que en contra a Spiderman, que se mantiene con un equipo estable (al menos
el guionista) durante una larga temporada, ‘Ultimate X-Men’ contó con una gran
variedad de guionistas, incluyendo a Bendis, Brian K. Vaughan, Robert Kirman y
Aaron Coliete, quién celebró el redondo número #100. Pero una de las cosas que
siempre había pretendido la línea era romper con lo establecido en los cómics
de toda la vida de la Casa de las Ideas, sin embargo ése número marcaba también
la maldición en fuego de la línea. Había envejecido y había perdido su papel
editorial, conformándose un colchón de lectores fieles que habían seguido la
línea desde el principio, tal y cómo ocurrió antes del estreno de la nueva
línea editorial.
¿Solución? Tenía que ocurrir algo
realmente importante que hiciese que los cimientos del Universo Definitivo de
Marvel se removieran para no volver a utilizar los mismos materiales e intentar
alejarse de un Universo Marvel que a día de hoy se asemeja más al de su
contrapartida en sus inicios con Millar y Bendis a la cabeza. Loeb traería un ‘ULTIMATUM’,
dónde los grandes héroes de la línea editorial verían muertes y pérdidas,
mientras Magneto se coronaba como enemigo número uno ventilándose a medio
planeta él solito. La miniserie de cinco números dibujada por David Finch,
venía a convertirse en una suerte de punto y aparte para toda la línea
editorial. Pronto las series más punteras serían relanzadas desde un nuevo
número 1. La serie tendría grandes repercusiones para los mutantes, la masacre
mutante se queda en nada comparada a la que hace Loeb con los personajes de
toda la vida, Charles Xavier, Lobezno, Magneto, Cíclope, son algunas de las
bajas que el equipo tiene en su haber durante esta saga, removiendo los
cimientos de la franquicia por completo.
Con un relanzamiento de la línea,
la que más se haría esperar sería ‘Ultimate X-Men’, que volvería de la mano de
Jeph Loeb junto los lápices del inestimable Arthur Adams. Por culpa de los
retrasos del dibujante en la entrega de materiales y con la intención de Marvel
de respetar el trabajo de los dos autores, decidió permitir largos retrasos que
hicieron que la serie acabase antes de empezar. Resulta paradójico teniendo en
cuenta del equipo que hablamos, ya que los primeros números vendieron bien pero
el último pasó desapercibido. Siempre teniendo en cuenta los retrasos que
sufrió, por supuesto, ya que el último número apareció con seis meses de
retraso con el anterior.
Todos los aficionados al cómic
conocemos las dos facetas de Loeb, las dos caras de la moneda que puede
ofrecernos el autor. ‘Superman: Las Cuatro Estaciones’, ‘Batman: El Lago Halloween’,
‘Daredevil: Yellow’, ‘Spiderman: ‘Blue’, son muestras del buenhacer del
guionista en cuanto a la composición de la historia y el desarrollo de los
personajes, ya que va todo unido de la mano integrándose y conformándose en uno
solo. Pero Loeb también guarda en su currículum, ‘Batman: Silencio’, ‘Superman/Batman’,
‘Hulk’, ‘Ultimates 3’, dónde se olvida del trasfondo de los personajes y de
todo en general para ofrecernos una historia palomitera como las que se disfrutan
en verano en el cine.
‘Ultimate X’ con suerte entra en
la primera categoría, ya que se convierte en una suerte de secuela para la
televisiva ‘Héroes’, dónde el autor en cinco números se permite el lujo de
homenajear a la Segunda Génesis y establecer este nuevo grupo de personas
normales con grandes problemas, sin duda alguna el espíritu más clasicista por
el que nació la propia editorial Marvel y es lo que la distingue de otras
editoriales.
La serie deja el lado más
superheroico de los mutantes, en un nuevo mundo dónde la ‘Ley de Registro
Mutante’ ha sido aprobada y son considerados verdaderas amenazas para la
sociedad e incluso se incita a darles caza y a entregarlos a las autoridades;
todo gracias a Magneto. El lado más humano de los personajes que nos presenta
el guionista está presente en la mayor parte de la obra. Todos los números
están narrados en primera persona por alguien cercano al entorno del mutante
protagonista, permitiendo un vínculo entre el lector al ver situaciones
domésticas y normales como puedan ser poner una colada o incluso colgar una
foto en el Facebook, con el que localizan a Karen Grant.
Los personajes que presenta el
autor no son para nada originales, hay un par suyos, pero ninguno va más allá
de ser una mera copia de otro conocido muerte. En el primer número se nos presenta
la versión ¿definitiva de Daken? James Hudson, el hijo de Lobezno, se convierte
en el protagonista del nuevo volumen ya que a través de su presencia vamos
conociendo al resto de integrantes como lo son la antes mencionada, Karen
Grant, que en realidad se trata de Jean Grey amparada bajo la identidad de
otra; Derek Morgan se convierte en un amalgama de Batman/Rondador
Nocturno/Ángel, recupera a Liz Allen como su particular Claire Bennet; y nos
plantea la interesante incorporación de Hulk al equipo.
Todo en su conjunto se queda en
un mero prólogo, en el que nos presentan a los personajes principales y a los
antagonistas, con Pietro y Dientes de Sable dando guerra, estableciendo el
entorno por el que se moverán los personajes a partir de ahora en este
universo.
Arthur Adams redondea el trabajo
de Loeb con sus excelentes páginas que deleitan la vista con un detallismo y
dinamismo increíbles. El nuevo entorno lo hace mucho más mundano y real del que
normalmente nos tenían acostumbrados, estableciendo y ambientando muy bien los
núcleos por los que se mueven los personajes que van desde un pequeño pueblo
rural, hasta las oscuras y sombrías calles de Chicago, una batalla cómo nunca
antes habíamos presenciado entre Hulk y Dientes de Sable o escenas como la
primera vez que el joven James saca las garras.
Una compra con la que seguro
aciertas si quieres leer algo innovador y fresco, ya que Loeb coge las mejores
ideas que planteó Bendis al convertir su ‘Ultimate Spiderman’ en una serie de
televisión en papel. Pero a causa de los retrasos, ¿justificados? Se nos queda
en un bonito tomo que contiene una suerte de prólogo de lo que está por llegar
ante el nuevo panorama para los hijos del ¿átomo? De este Universo Ultimate,
que parece tener cuerda para rato. La etapa de Nick Spencer se me antoja como
imprescindible y es más que probable que todo lo que estemos viendo aquí, en
realidad es probable que sea el panorama en el que se encontrarán los mutantes
a partir del final del ‘Vengadores vs. X-Men’.
Dos palabras para lo bueno y lo malo.
ResponderEliminarARTHUR ADAMS (ES BIEN!)
JEB LOEB (es MAL!)
;p
A mi me ha parecido un truñaco cojonudo. Pocas veces podemos disfrutar de los lápices de este dibujante de una forma tan espectacular. Pena de guión. Aún así, no me canso de recomendarlo.
Pues a mí en esta obra me gustó, tal vez porque le cogí mucho cariño a 'Héroes' y como ya he comentado he visto que esta miniserie es en realidad una secuela. Y es que respeta el espirítu fundamental de lo que en realidad significaba ser mutante.
ResponderEliminarEs cierto que el paso de Loeb por el universo Ultimate no ha dejado a nadie indiferente, pero 'Ultimate X' ha sido lo mejor que he leído del autor en bastante tiempo...