miércoles, 14 de diciembre de 2011

Reseña: 'Ultimate X'


Uno de los grandes aciertos editoriales de Marvel a principios del presente siglo, fue la creación de la línea ‘Ultimate’. Dónde se pretendía revitalizar los conceptos que hicieron famosos a sus héroes más punteros, a través de la implicación comercial que suponía el éxito que cosechaban las producciones cinematográficas que empezaban a estrenarse en las salas de todo el mundo, haciendo más conocidos que nunca a los personajes.

Bendis se quedó con Spiderman y al año siguiente llegó el título que no podía faltar, ‘X-Men’. Mark Millar fue el encargado de revitalizar a los mutantes del universo definitivo junto con los Kubert, en una etapa a la par de entrañable se convirtió en una compra indispensable al conjugar ideas y conceptos clásicos con las rompedoras e innovadoras puestas en escena del Sr. Millar. Tres años fue lo que duró su periplo en el título dejándonos sagas y conceptos que otros aprovecharían en sus siguientes etapas y es que en contra a Spiderman, que se mantiene con un equipo estable (al menos el guionista) durante una larga temporada, ‘Ultimate X-Men’ contó con una gran variedad de guionistas, incluyendo a Bendis, Brian K. Vaughan, Robert Kirman y Aaron Coliete, quién celebró el redondo número #100. Pero una de las cosas que siempre había pretendido la línea era romper con lo establecido en los cómics de toda la vida de la Casa de las Ideas, sin embargo ése número marcaba también la maldición en fuego de la línea. Había envejecido y había perdido su papel editorial, conformándose un colchón de lectores fieles que habían seguido la línea desde el principio, tal y cómo ocurrió antes del estreno de la nueva línea editorial.

¿Solución? Tenía que ocurrir algo realmente importante que hiciese que los cimientos del Universo Definitivo de Marvel se removieran para no volver a utilizar los mismos materiales e intentar alejarse de un Universo Marvel que a día de hoy se asemeja más al de su contrapartida en sus inicios con Millar y Bendis a la cabeza. Loeb traería un ‘ULTIMATUM’, dónde los grandes héroes de la línea editorial verían muertes y pérdidas, mientras Magneto se coronaba como enemigo número uno ventilándose a medio planeta él solito. La miniserie de cinco números dibujada por David Finch, venía a convertirse en una suerte de punto y aparte para toda la línea editorial. Pronto las series más punteras serían relanzadas desde un nuevo número 1. La serie tendría grandes repercusiones para los mutantes, la masacre mutante se queda en nada comparada a la que hace Loeb con los personajes de toda la vida, Charles Xavier, Lobezno, Magneto, Cíclope, son algunas de las bajas que el equipo tiene en su haber durante esta saga, removiendo los cimientos de la franquicia por completo.
 
Con un relanzamiento de la línea, la que más se haría esperar sería ‘Ultimate X-Men’, que volvería de la mano de Jeph Loeb junto los lápices del inestimable Arthur Adams. Por culpa de los retrasos del dibujante en la entrega de materiales y con la intención de Marvel de respetar el trabajo de los dos autores, decidió permitir largos retrasos que hicieron que la serie acabase antes de empezar. Resulta paradójico teniendo en cuenta del equipo que hablamos, ya que los primeros números vendieron bien pero el último pasó desapercibido. Siempre teniendo en cuenta los retrasos que sufrió, por supuesto, ya que el último número apareció con seis meses de retraso con el anterior.

Todos los aficionados al cómic conocemos las dos facetas de Loeb, las dos caras de la moneda que puede ofrecernos el autor. ‘Superman: Las Cuatro Estaciones’, ‘Batman: El Lago Halloween’, ‘Daredevil: Yellow’, ‘Spiderman: ‘Blue’, son muestras del buenhacer del guionista en cuanto a la composición de la historia y el desarrollo de los personajes, ya que va todo unido de la mano integrándose y conformándose en uno solo. Pero Loeb también guarda en su currículum, ‘Batman: Silencio’, ‘Superman/Batman’, ‘Hulk’, ‘Ultimates 3’, dónde se olvida del trasfondo de los personajes y de todo en general para ofrecernos una historia palomitera como las que se disfrutan en verano en el cine.

‘Ultimate X’ con suerte entra en la primera categoría, ya que se convierte en una suerte de secuela para la televisiva ‘Héroes’, dónde el autor en cinco números se permite el lujo de homenajear a la Segunda Génesis y establecer este nuevo grupo de personas normales con grandes problemas, sin duda alguna el espíritu más clasicista por el que nació la propia editorial Marvel y es lo que la distingue de otras editoriales. 

La serie deja el lado más superheroico de los mutantes, en un nuevo mundo dónde la ‘Ley de Registro Mutante’ ha sido aprobada y son considerados verdaderas amenazas para la sociedad e incluso se incita a darles caza y a entregarlos a las autoridades; todo gracias a Magneto. El lado más humano de los personajes que nos presenta el guionista está presente en la mayor parte de la obra. Todos los números están narrados en primera persona por alguien cercano al entorno del mutante protagonista, permitiendo un vínculo entre el lector al ver situaciones domésticas y normales como puedan ser poner una colada o incluso colgar una foto en el Facebook, con el que localizan a Karen Grant.

Los personajes que presenta el autor no son para nada originales, hay un par suyos, pero ninguno va más allá de ser una mera copia de otro conocido muerte. En el primer número se nos presenta la versión ¿definitiva de Daken? James Hudson, el hijo de Lobezno, se convierte en el protagonista del nuevo volumen ya que a través de su presencia vamos conociendo al resto de integrantes como lo son la antes mencionada, Karen Grant, que en realidad se trata de Jean Grey amparada bajo la identidad de otra; Derek Morgan se convierte en un amalgama de Batman/Rondador Nocturno/Ángel, recupera a Liz Allen como su particular Claire Bennet; y nos plantea la interesante incorporación de Hulk al equipo.

Todo en su conjunto se queda en un mero prólogo, en el que nos presentan a los personajes principales y a los antagonistas, con Pietro y Dientes de Sable dando guerra, estableciendo el entorno por el que se moverán los personajes a partir de ahora en este universo.

Arthur Adams redondea el trabajo de Loeb con sus excelentes páginas que deleitan la vista con un detallismo y dinamismo increíbles. El nuevo entorno lo hace mucho más mundano y real del que normalmente nos tenían acostumbrados, estableciendo y ambientando muy bien los núcleos por los que se mueven los personajes que van desde un pequeño pueblo rural, hasta las oscuras y sombrías calles de Chicago, una batalla cómo nunca antes habíamos presenciado entre Hulk y Dientes de Sable o escenas como la primera vez que el joven James saca las garras.

Una compra con la que seguro aciertas si quieres leer algo innovador y fresco, ya que Loeb coge las mejores ideas que planteó Bendis al convertir su ‘Ultimate Spiderman’ en una serie de televisión en papel. Pero a causa de los retrasos, ¿justificados? Se nos queda en un bonito tomo que contiene una suerte de prólogo de lo que está por llegar ante el nuevo panorama para los hijos del ¿átomo? De este Universo Ultimate, que parece tener cuerda para rato. La etapa de Nick Spencer se me antoja como imprescindible y es más que probable que todo lo que estemos viendo aquí, en realidad es probable que sea el panorama en el que se encontrarán los mutantes a partir del final del ‘Vengadores vs. X-Men’.

2 comentarios:

  1. Dos palabras para lo bueno y lo malo.

    ARTHUR ADAMS (ES BIEN!)

    JEB LOEB (es MAL!)

    ;p

    A mi me ha parecido un truñaco cojonudo. Pocas veces podemos disfrutar de los lápices de este dibujante de una forma tan espectacular. Pena de guión. Aún así, no me canso de recomendarlo.

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  2. Pues a mí en esta obra me gustó, tal vez porque le cogí mucho cariño a 'Héroes' y como ya he comentado he visto que esta miniserie es en realidad una secuela. Y es que respeta el espirítu fundamental de lo que en realidad significaba ser mutante.

    Es cierto que el paso de Loeb por el universo Ultimate no ha dejado a nadie indiferente, pero 'Ultimate X' ha sido lo mejor que he leído del autor en bastante tiempo...

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