lunes, 18 de noviembre de 2013

Avance del Wolverine #11



Cuando el guionista británico venido de Dr. Who, Paul Cornell irrumpió en La Casa de las Ideas lo hizo despuntando sobre el resto con trabajos a día de hoy considerador de culto como la miniserie de la línea MAX para adultos Wisdom que le sirvió de referencia para encargarse de una de las series regulares más sorprendentes y rocambolescas que se hayan hecho en la última década, Capitán Britania y el MI:13 consiguió ensalzar al guionista a un nuevo nivel.

Encargándose de miniseries posteriores como la de Jóvenes "Señores del Mal" Vengadores, la mini dedicada a la Patrulla-X Oscura y contar el origen de la Viuda Negra, el escrito decidió embarcarse en una nueva odisea editorial con la Distinguida Competencia que de buenas a primeras no lo mantendría arrinconado en ninguna esquina y le hicieron tomar el mando de una de las colecciones más representativas de la editorial.

Tras el relanzamiento sufrido por la ‘otra’ editorial el guionista pronto perdió la mayoría de colecciones regulares que había iniciado, así que con el rabo entre las piernas decidió volver a Marvel como otros muchos autores huidizos.

Teniendolo más en consideración el primer encargo del guionista fue la colección en solitario de Lobezno y acompañándolo iba a tener a nada más y nada menos que uno de los grandes clásicos de la compañía, Alan Davis.

Casi un año después del lanzamiento de la nueva colección regular del mutante canadiense de las garras de adamántium se puede llegar a atestiguar que a día de hoy tener un dibujante a la altura de las expectativas no es ni mucho menos uno de los requisitos que buscan los lectores actualmente. Y es que pese a tener a una de las grandes leyendas vivientes del cómic, el guionista no ha sabido jugar demasiado bien las cartas y es que la serie desde que empezó ha visto como número a número iba cayendo más y más en las listas de ventas, dejando bien claro que en el plan maestro del guionista es lo que a día de hoy gana con fuerzas una base sólida de lectores. Y es que la anodina historia introductoria de Cornell, pronto chocó con fuerzas mayores editoriales como fue el estreno de Lobezno Inmortal.

Siguiendo el modelo de adaptar las tramas del cine a las viñetas, en el segundo arco de Cornell el protagonista se quedó sin uno de sus más importantes done… su factor de curación.

Es ahí donde arranca el presente arco argumental del que tan solo quedan dos episodios para finiquitar el primer año de Cornell al frente de la serie, para en febrero relanzarla desde un nuevo número #1 con nuevos personajes, tramas y añadidos.

En cualquier caso el autor debe hacer frente al frío invierno que despiertan a día de hoy sus propias aventuras y demostrar que pese a todo es el idóneo guionista para encargarse de las historias en solitario de Logan.

Sin duda alguna, Jason Aaron dejó el listón demasiado alto con todo el entramado que montó alrededor del personaje y a día de hoy se antoja como imposible superarlo, más teniendo en cuenta que Aaron y Remender siguen toqueteando al personaje en sus respectivas series.

Así que habrá que ver si por fin Cornell consigue dotar a la serie del impulso necesario que la hagan brillar con fuerza en mitad de la marabunta de cómics que nos llegan mes a mes. Y es que es una de las claves de las aventuras en solitario del mutante de las tres garras.



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