FICHA TÉCNICA
Título: X-Men: Días del Futuro Pasado
Título original: X-Men: Days of Future Past
Dirección: Bryan
Singer
País: Estados Unidos
Año: 2014
Fecha de estreno: 06/06/2014
Duración: 131 min.
Género: Drama, Aventuras, Acción, Fantástico
Reparto: Hugh Jackman, James McAvoy, Michael Fassbender, Jennider Lawrence, Halle Berry, Ellen Page, Nicholas Hoult, Peter Dinlage, Ian McKellen, Patrick Stewart.
País: Estados Unidos
Año: 2014
Fecha de estreno: 06/06/2014
Duración: 131 min.
Género: Drama, Aventuras, Acción, Fantástico
Reparto: Hugh Jackman, James McAvoy, Michael Fassbender, Jennider Lawrence, Halle Berry, Ellen Page, Nicholas Hoult, Peter Dinlage, Ian McKellen, Patrick Stewart.
SINOPSIS
En un futuro no muy
lejano, ante un asolado y apocalíptico futuro Lobezno será la clave que hará
que desde el pasado las cosas cambien al intentar evitar que el curso de las
acciones de Mística en el pasado desemboquen en tan oscuro futuro. Para ello,
Logan tendrá que volver a unir a un joven Xavier y a un irascible Magneto, para
intentar hallar el modo de hacer entrar en razón a la metamorfa azul para así
evitar un futuro que los condenará a todos.
CRÍTICA
Hace ya catorce años
desde que los X-Men de Bryan Singer y el Spiderman de Sam Raimi irrumpieran en
el panorama cinematográfico para cambiar el paradigma de la industria holywoodiense
y más concretamente el género superheroico que parecía haberse condenado al
ostracismo más puro y duro con productos tan efímeros como olvidables. Ambas
franquicias consiguieran una muy buena recaudación lo que impulsó a la creación
de sus respectivas secuelas que consiguieron arrastrar más seguidores a las
salas lo que certificó el indiscutible éxito de las sagas del género
superheroico.
Tal vez de manera
paradójica, el éxito de ambas franquicias hizo que los estudios recelaran de
los personajes cuyos derechos poseían - más teniendo en cuenta que Marvel
Studios ya empezaba a sonar con fuerza por según qué despachos (que se lo
pregunten a Samuel L. Jackson) - y el fin de fiesta que debieron ser el clímax
final de sus respectivas franquicias se vio completamente deslucido en ambas
por culpa de las intromisiones de las antes mencionadas productoras recelosas.
Raimi se vio desbordado por la situación al tener que incluir en el argumento
según qué 'sugerencias', mientras que el caso que nos preocupa es el de Singer.
Y es que la secuela de
X-Men marcaría un antes y un después en la consumación definitiva del género
superheroico cinematográfico, al saber abordar el argumento de una adaptación
no tan finedigna como podríamos llegar a pensar, pero que igualmente sabe tocar
la fibra del aficionado al dar una lección sobre los personajes, el entorno que
los rodea y cómo saber aprovechar la mitología de los Hijos del Átomo en
ocasiones mejor de lo que llegan a hacer en el noveno arte. X-Men 2 se
coronaría como una de las mejores películas del género, poniéndose a la altura
del Superman de Richard Donner. En cualquier caso, Bryan Singer conseguiría
coronarse como uno de los directores a tener muy en cuenta de haber completado
su trilogía. Pero el director fue tentado por la Distinguida Competencia/Warner
para llevar a cabo un extraño reboot/secuela del Hombre de Acero que acabó
convirtiéndose en Superman Returns. El estudio que poseía los derechos de los
mutantes no iba a esperar al director por lo que decidió seguir hacia adelante
con el proyecto sin el director.
Brett Rattner tomó el
timonel de la franquicia consiguiendo un cierre con mucha pirotecnia y humo,
pero por el camino había perdido esa chispa con la que los mutantes irrumpieron
en las salas cinematográficas y como fin de fiesta no llegó a lo deseado. Hay
que reconocer que hay momentos de la película de Rattner que resultan
insufribles.
Tocados y hundidos, los
mutantes vagaron por un incierto futuro que no parecía llevarles a buen puerto.
X-Men Origins prometía convertirse en una franquicia spin-off donde personajes
tan carismáticos como Tormenta, Magneto o Lobezno, recibirían su propio título
para explorar su pasado más inmediato. FOX seguía en su empeño en tirar por la
borda el trabajo realizado por el director Singer y la infumable X-Men Origins:
Wolverine certificó que ya era hora de ir cerrando el chiringuito.
A eso que Marvel Studios
empezó a ganar terreno con Los Vengadores y sus precuelas interactivas entre
ellas, el estudio volvió a reclamar ayuda al director que decidió volver por la
puerta grande con la precuela conocida como X-Men First Class. Pero sus
compromisos con Warner le impidieron encargarse de la dirección, pero sí estuvo
involucrado en parte activa en la producción de una película que volvió a dar
luz en la oscuridad del oscuro túnel en el que parecía haberse hundido la
franquicia mutante cinematográfica.
Con Bryan Singer libre de
ataduras, por fin, el director volvería a la silla que no debió abandonar nunca
jamás. Y es que uno al ver X-Men: Días del Futuro Pasado se da cuenta que a
pesar del tiempo pasado, es ÉSTA el fin de fiesta que siempre debió haber
tenido la franquicia mutante cinematográfica de FOX y consigue con holgura
superar cualquier expectativa que cualquier espectador pudiera llegar a
cosechar de antemano de la película. La única duda que podría plantearse es:
¿DÓNDE SE HABÍA METIDO BRYAN SINGER HASTA EL MOMENTO?
"Días del Futuro
Pasado" se convierte en una de las mejores películas del género
superheroico, codeándose con las grandes reinantes del momento llegando al
nivel de El Caballero Oscuro de Christopher Nolan o Los Vengadores de Joss Whedon.
La historia no resulta
ser una fiel adaptación de la obra de Chris Claremont y John Byrne, pero guarda
los suficientes guiños y paralelismos para que veamos sus claras referencias.
Algo que agradecerán los más exigentes seguidores, sin duda alguna. Ya que
guiños hay y a patadas.
En un futuro no muy
lejano, los X-Men quedan como último reducto ante el imparable ascenso de las
inteligencias artificiales conocidas como Centinelas que se han apoderado del
mundo, matando a mutantes y humanos por igual. Pero en una situación tan
extrema su última esperanza reside en que la mente de uno de los suyos viaje al
pasado, al día que desembocó a la creación de este singular sistema de
seguridad para evitarlo. El único capaz de sobrevivir a la experiencia, por
supuesto, es Lobezno que de esta manera se convierte en el nexo entre las dos
líneas temporales, algo lógico.
Es a partir del viaje temporal
donde vamos conociendo detalles de lo ocurrido en la última década desde que
dejamos a Charles fundando los 'X-Men'. Y es que la guerra del Vietnam ha
causado estragos y no parece que la imagen de los mutantes esté en su mejor
momento con Magneto encerrado por el asesinato de JFK. El reto de Lobezno
estará en reunir a los dos archienemigos por antonomasia, Xavier y Magneto,
para que ambos consigan que Mística detenga los planes que harán que desemboque
al oscuro futuro del que proviene Lobezno (o su mente mejor dicho).
La desaparición de los
personajes de la primera entrega queda más que justificada, aunque de manera
bastante cruel, pero ayuda a que los que aparezcan brillen como nunca. Teniendo
a Fassbender, McCvoy y Lawrence con Jackman en la combinación sobra cualquier
otro personaje y es que es el cuarteto antes mencionado el que sustenta el peso
de todo el metraje, dejando escenas para el recuerdo y sin olvidar las
apariciones de la Bestia o la de Peter Maximoff más conocido como Mercurio,
cuya escena levantará más de una carcajada.
El peso de la película
recae en el forzado triángulo formado por Magneto, Mística y Xavier, pero que
al menos aquí consiguen dotar de interés gracias a los ágiles y carismáticos diálogos de los
personajes.
No podemos olvidar al
gran Peter Dinklage que pasa a convertirse en uno de los villanos más
carismáticos aparecidos en la franquicia cinematográfica de los mutantes. Su
presencia en la escena de la conferencia es un resumen perfecto de la psique
que mueve a un personaje como el que interpreta el actor televisivo de Juego de
Tronos.
La montaña rusa emocional
en la que se convierte la película nos lleva a un clímax final que no sabes
predecir en ningún momento y que da pie a una reinvención por completo de toda
la saga de los mutantes en la gran pantalla.
Con las reglas dispuestas
Bryan Singer va atando cabos entre la actual saga y la anterior, permitiéndose
algunos remedos que probablemente contente a algunos y a otros hará enfadar,
pero no llueve a gusto de todos pese a que el grito en el cielo será unánime al
ver el conjunto de todo como es: el fin de fiesta con el que Bryan Singer nos
debió obsequiar en su momento, pero por culpa de las intromisiones ajenas nos
hicieron esperar una década para reentrarnos con el deslumbrar de una
franquicia que parece haber cogido fuelle gracias al trepidante espectáculo que
nos brinda el director y todos los factores en el molde de todo.
Por fin los mutantes
vuelven a brillar con una inaudita fuerza, que los hace merecedores de todos
los reconocimientos y más. Porque señoras y señores parece que la cosa no ha
hecho más que empezar y ahora sí que se vislumbra un terreno bastante
fortificado con Bryan Singer como gran cabeza de cartel. Y es que al fin y al
cabo fue el director uno de los primeros proscritos que decidieron llevar a
cabo una adaptación imposible que ha acabado convirtiéndose en una de las
franquicias más exitosas de la historia del cine.
LO MEJOR: Que Bryan
Singer haya vuelto a la silla de dirección, ya que los mutantes
cinematográficos vuelven a brillar como nunca. Ésta tendría que haber sido
X-Men 3 desde hace diez años...
LO PEOR: Tal vez haya
algunos momentos en el que la acción pasa a un segundo plano para mostrar
escenas en ocasiones cargantes, pero que en parte ayudan a crear una motivación
y trasfondo que en las anteriores entregas parecían haber olvidado, que es el
alma de los personajes. Algo que Singer capta a la perfección.
P.D: Singer se cubre de
gloria al intentar remediar los errores de continuidad y probablemente la
película suscite más polémica por ello que por otra cosa. Pero a mí me parece
fenomenal y a partir de ahora habrá que mirar con otros ojos algunas películas
de los X-Men...
Errores de continuidad aparte creo que la historia fluye de manera lo suficientemente sencilla para al finaltodo encaje casi a la perfección y te da la sensación de que todo ha valido la pena. Buena critica.
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