Resultado del carisma de la versión cinematográfica actual de Magneto, encarnado por el actor Michael Fassbender, Marvel ha aprovechado el tirón que pudiera llegar a tener el personaje en la viabilidad por darle una serie regular a uno de los personajes que más vueltas a dado entre un bando u otro.Sirviéndose de dónde lo dejó Bendis en su Imposible Patrulla-X y adaptando en mayor o menor medida lo de un Magneto caza agentes nazis de X-Men: First Class, Cullen Bunn sigue adentrándonos en los recóvecos de la mente del Amo del Magnetismo en una serie que tiene visos de durar más bien poco, convirtiéndose en una suerte de serie limitada que tal vez llegue a publicarse por estos lares.
En esta ocasión tenemos a Javier Fernández ocupándose de los lápices, habiendo asimilado, por supuesto, el estilo de Gabriel Hernández Walta, ya que es uno de los sellos identitarios de un título tanto como apuesto como arriesgado en su ejecución.
Y es que el nuevo terreno que tante Marvel pudiera a llegar a ser un arma de doble filo para la editorial, ya que para llegar a consolidarse una imagen de culto como la que a día de hoy bien puede gozar el All New X-Factor de Peter David, es necesario un margen para atraer a un público fiel.
O tal vez todo sea una maniobra con tal de rellenar el hueco que dejará Lobezno una vez que éste pase a mejor vida en la regresiva cuenta atrás recién iniciada...
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