Con el anuncio de la inexorable cuenta atrás que nos llevará a ver al personaje de Lobezno bajo dos metros de tierra, ahora observamos de manera distinta todos los acontecimientos que andan cocinándose en su serie regular dónde parece que todos los elementos que ha ido añadiendo Paul Cornell en su etapa cobrarán una nueva lectura cada vez que nos vayamos acercando más y más a la línea de meta marcada para el mes de septiembre.
Tal vez sea por ese camino ya marcado con lo que Cornell haya sabido desarrollar las carencias que encontrabámos en sus primeros episodios del mutante de las garras, dónde el carisma del personaje no conseguía ni remontar el vuelo de las críticas pese al dibujo de Alan Davis.
Ahora es al contrario. El añadido de Ryan Stegman pensabámos que iba a ir acorde a lo que el dibujante había planteado en su Spiderman Superior, pero hay que reconocer que el entintado no le hace ningún favor por lo que de momento los lápices actuales no han conseguido que nos olvidemos del anterior artista que dio paso a iniciclo que parece llevar a su inmediato mortal final a Logan.
De esta manera se viene a certificar la menguante popularidad de un personaje que en la pasada década tuvo palpables signos que evidenciaban un cansancio de los lectores, algo que cambió con la llegada de Jason Aaron que consiguió sintonizar con el personaje hasta cotas excepcionales ya que fue el autor quién permitió que por primera vez en mucho tiempo Logan creciera ante las circunstancias que lo rodeaban lo que le llevó directamente a refundar y dirigir el Instituto Jean Grey para jóvenes mutantes.
¿Conseguirán darle un lavado de cara cuando lo manden al otro barrio?
Tal vez sea por ese camino ya marcado con lo que Cornell haya sabido desarrollar las carencias que encontrabámos en sus primeros episodios del mutante de las garras, dónde el carisma del personaje no conseguía ni remontar el vuelo de las críticas pese al dibujo de Alan Davis.
Ahora es al contrario. El añadido de Ryan Stegman pensabámos que iba a ir acorde a lo que el dibujante había planteado en su Spiderman Superior, pero hay que reconocer que el entintado no le hace ningún favor por lo que de momento los lápices actuales no han conseguido que nos olvidemos del anterior artista que dio paso a iniciclo que parece llevar a su inmediato mortal final a Logan.
De esta manera se viene a certificar la menguante popularidad de un personaje que en la pasada década tuvo palpables signos que evidenciaban un cansancio de los lectores, algo que cambió con la llegada de Jason Aaron que consiguió sintonizar con el personaje hasta cotas excepcionales ya que fue el autor quién permitió que por primera vez en mucho tiempo Logan creciera ante las circunstancias que lo rodeaban lo que le llevó directamente a refundar y dirigir el Instituto Jean Grey para jóvenes mutantes.
¿Conseguirán darle un lavado de cara cuando lo manden al otro barrio?
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