Uno de los grandes puntos fuertes del reboot cinematográfico perpetrado por FOX con X-Men: Primera Generación fue el redescubrimiento de Magneto, interpretado por el excelente Michael Fassbender que acababa de salir de un rodaje bastante bastardo con uno de los iconos más importantes del séptimo arte.
El acercamiento que se realizó del personaje de Magneto dio lugar a que el personaje llegara incluso a hacerle sombra al pobre Lobezno, ya que al finalizar la película de Matthew Vaughn muchos clamaban un spin-off en solitario de las desventuras de Magneto, dónde pudiéramos verle seguir matando a exiliados nazis como si fuera un viejo agente del Mossad.
Fue tal su presencia en la gran pantalla que parece que La Casa de las Ideas vio la oportunidad idónea para llevar a cabo tal spin-off, pero en esta ocasión nos encontramos con un contexto bien diferenciado ya que en esta ocasión en vez de nazis tenemos a los enemigos naturales de los mutantes, quiénes en secreto planean y urden plantes para erradicarlos, pero al parecer Magneto ya se ha cansado de andar tras las barricadas y decide echarse la manta a la cabeza para hacer del mundo un lugar mejor para los Hijos del Átomo.
Arriesgada apuesta llevada a cabo por Cullen Bunn y el que sin duda es el mejor reclamo para el título, el español Gabriel Hernández Walta, quien se corona en esta nueva serie regular como uno de esos dibujantes a lo sque se le tienen que seguir la pista si o sí.
Ya veremos si la serie consigue aguantar más allá del estreno de X-Men: Días del Futuro Pasado, dónde el magnetismo del personaje de Fassbender volverá a hacer caer a algunos en su red.
El acercamiento que se realizó del personaje de Magneto dio lugar a que el personaje llegara incluso a hacerle sombra al pobre Lobezno, ya que al finalizar la película de Matthew Vaughn muchos clamaban un spin-off en solitario de las desventuras de Magneto, dónde pudiéramos verle seguir matando a exiliados nazis como si fuera un viejo agente del Mossad.
Fue tal su presencia en la gran pantalla que parece que La Casa de las Ideas vio la oportunidad idónea para llevar a cabo tal spin-off, pero en esta ocasión nos encontramos con un contexto bien diferenciado ya que en esta ocasión en vez de nazis tenemos a los enemigos naturales de los mutantes, quiénes en secreto planean y urden plantes para erradicarlos, pero al parecer Magneto ya se ha cansado de andar tras las barricadas y decide echarse la manta a la cabeza para hacer del mundo un lugar mejor para los Hijos del Átomo.
Arriesgada apuesta llevada a cabo por Cullen Bunn y el que sin duda es el mejor reclamo para el título, el español Gabriel Hernández Walta, quien se corona en esta nueva serie regular como uno de esos dibujantes a lo sque se le tienen que seguir la pista si o sí.
Ya veremos si la serie consigue aguantar más allá del estreno de X-Men: Días del Futuro Pasado, dónde el magnetismo del personaje de Fassbender volverá a hacer caer a algunos en su red.
Lo he leído y está muy bien. Si mejora en los siguientes números, la serie será una joyita
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