Que Lobezno era un personaje quemadísimo era algo que no se
le escapaba a nadie, teniendo en cuenta las innumerables apariciones del
personaje a lo largo y ancho de todo el Universo Marvel. Empezando por un
primer número de un personaje ajeno incluso a los mutantes, hasta en el
crossover más descabellado con unos jóvenes semi-desconocidos, sólo para
aumentar el número de ventas.
El bueno de Logan siempre ha sido uno de los personajes más
icónicos de la editorial junto con Spiderman, ya que los dos han compartido en
el mismo destino en cuanto a esta continua sobreexplotación. Cabe recordar que la adhesión de los dos
personajes en los Nuevos Vengadores de Bendis se produjo a la par, dando buena
muestra de la gran estima que tiene la Casa de las Ideas por estos dos
personajes.
Pero claro, pese al indiscutible éxito de los dos personajes
en taquilla los cómics que protagonizan tampoco es que hayan sido la repanocha
de las ventas al otro lado del charco. Tal vez sea por ello que de vez en
cuando en las altas esferas editoriales se les ocurre un gran movimiento que
repercute de manera irremediable en la vida del protagonista y cambia por
completo ante los atónitos lectores de toda la vida, o al menos desde antes que
se establezcan los pertinentes cambios, y los que se unirán posteriormente
gracias a la promoción de tal o cual cambio.
Hace un año una artimaña similar se utilizó con Spiderman,
que pasó a convertirse en una oscura versión del personaje ya que Peter Parker
había muerto en su último enfrentamiento contra el Dr. Octupus, que de esta
manera se revelaba como una gran némesis a la par que conseguía acabar con el
superhéroe dando lugar a una nueva versión del Trepamuros que ha causado
bastante polémica, pero que en su camino ha alegrado y amenizado bastante la
lectura del personaje desde que se hicieron los cambios.
Ante la pérdida de popularidad del personaje de Lobezno, tal
vez decidieran desposeer al personaje de su factor de curación para intentar
llamar la atención de los lectores que siempre han menospreciado a Logan al ser
un ser virtualmente imposible de matar.
Y es el escritor inglés Paul Cornell quien se encarga de
llevar a Logan por una nueva senda que traerá de cabeza al veterano lector,
mientras que nos va ofreciendo una historia que tiene mucha tela que cortar y
que no dejará indiferente a nadie, al contrario que su etapa precedente dónde
las soporíferas aventuras que planteó el autor dieron pie a la cancelación y
posterior reestreno de la serie junto con Ryan Stegman, el dibujante que se
encargó de ofrecer una nueva revisión más oscura y acorde con los tiempos
actuales de Spiderman, quien vuelve a cruzarse en el camino del dibujante para
traer de cabeza al mutante de las tres garras.
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