Resulta incomprensible observar
cómo ‘Wolverine and the X-Men’ haya podido caer tan bajo en las listas de
ventas americanas (el número #22 se situaba en el puesto 47 en diciembre).
Jason Aaron ha conseguido lo que muchos otros antes que él no pudieron, al
conjugar esa perfecta sintonía entre la más clásica tradición y la más extrema
nueva tendencia sin desmerecer en ningún momento trabajos anteriores.
Para el inicio del segundo año de
la colección volvemos a contar con uno de esos listados para situar a todo el
profesorado recién renovado tras los eventos de ‘Vengadores vs Patrulla-X’. El
guionista de Scalped nos reintroduce en un paraje tan conocido para los
mutantes como es la Tierra Salvaje, pero atentos ya que se trae consigo a un
viejo conocido de Lobezno. En palabras del guionista comentaba que por fin
veríamos a Logan en situación para dilucidar cuál es el papel que juega para la
nueva generación de mutantes.
Ramon Perez se convierte en el
dibujante sustituto de Nick Bradshaw (con David López en el anterior número a
modo fill-in unitario) dejando bien claro que la calidad gráfica seguirá siendo
uno de los sellos identitarios de una de las colecciones imprescindibles para
cualquier aficionado al noveno arte.
Una serie única y completamente
adictiva, con diálogos ácidos e irreverentes que ofrecen frescura; historias
río que llevan gestándose por mil y un títulos por los que el guionista ha
pasado a lo largo de estos últimos años… Dibujantes a la altura de los grandes,
dotando a la colección de un lugar de encuentro para ver cómo deben hacerse los
cómics actuales. Se pueden renovar los conceptos sin traicionar el pasado tal y
cómo demuestra ‘Wolverine and the X-Men’ (Lobezno y la Patrulla-X).
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