El segundo acto de ‘Vengadores vs
Patrulla-X’ da inicio en el sexto número de la maxiserie, ya entrados en el
ecuador de la misma toca cambiar un poco el juego y si el evento consistía
básicamente en la llegada de la amenazante figura flamiguera, fuertemente
arraigada en la mitología mutante. Ahora ha llegado el cambio de reglas en la
batalla y si los Héroes más Poderosos de la Tierra parecía que tenían todas las
de ganar, tendría que haber reformulado mucho mejor las bases de su ataque
premeditado contra Cíclope y los suyos.
El crossover marvelita se está
convirtiendo a fuerza de bien en uno de esos eventos que despierta el interés
de la mayor parte de los lectores, pero que no deja de ser una lectura de
aquellas ya vistas pero los autores implicados en la historia demuestran poder
hacer variantes y sorprender a los lectores en cada número.
Al otro lado del charco ya
describen este evento como la suma de las partes de la mayor parte de crossovers
que ha sufrido la editorial en el último lustro ya que encontramos sabores de
grandes aventuras como ‘Civil War’, ‘Dinastía de M’, ‘Asedio’ y ‘Miedo
Encarnado’ al precio de una gran macro-aventura cómo puede ser el
enfrentamiento entre los dos grupos más poderosos que pululan el Universo
Marvel.
Jonathan Hickman se encarga junto
con Oliver Coipel para introducirnos en este segundo acto que hará que los
cimientos del Universo 616 tiemblen cuando Cíclope y su cuarteto fantástico
declaren la Pax Utopia al mundo entero y decidan convertirse en dioses del
mundo; dejando de lado el libre albedrío y el destino a unos personajes cuyos
tintes morales han cambiado en el último lustro más de lo que muchos les
gustaría reconocer, llegando incluso a tachar a algunos de los componentes de
la Patrulla-X actual como terroristas.
No hay comentarios:
Publicar un comentario