Desde que el dibujante Leonard
Kirk entrara a la colección ‘X-Factor’, hay que reconocer que la serie se ha
elevado enteros al encontrar en el título de culto una constancia inaudita en
el largo recorrido que lleva en el mercado. Y es que a día de hoy la serie de
Peter David se ha convertido en el punto mínimo que permite Marvel caer en las
listas de ventas, antes de cancelar sus colecciones, demostrando que pese al
viento y la marea el equipo de Madrox aún sigue luchando por su lugar dentro
del entramado editorial.
En el número #200 se produjo un
cambio de juego con respecto a los personajes y tras aprovechar la situación
cómo ningún otro, el autor ahora parece empeñado en recuperar viejos conceptos
para ahondar en los miembros más desconocidos del equipo mientras desarrolla
las últimas incorporaciones del equipo, Kaos y Polaris, que vienen directos de ‘X-Men
Legado’ para que el bueno de PAD recupere a estos dos personajes y consiga
encumbrarlos, y por supuesto, alejarlos de la sombras de sus dos familiares más
directos, Cíclope y Magneto, respectivamente.
Uno de los puntos negativos, no
todo van a ser rosas, es el papel que anda jugando últimamente Layla Miller
v.02 añorando como nunca al personaje que nos hizo encandilarnos Peter David en
los comienzos de la serie tras los sucesos del ‘No más mutantes’ de Wanda.
Esperamos poder seguir leyendo ‘X-Factor’ durante muchos años más ya que esta
colección es uno de los puntos fuertes de una época pasada en la Casa de las
Ideas, dónde los personajes y las relaciones que se establecían entre ellos
eran más importantes incluso que las historias que se contaban en ellos que
eran meras excusas para desarrollar todo el conjunto, tal y cómo lleva haciendo
PAD desde hace más de un lustro y qué siga…
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