TRAILER DE X-MEN: DAYS OF FUTURE PAST

A principios del presente siglo, FOX decidió apostar por un arriesgado producto como lo era adaptar a los X-Men a la gran pantalla. Poseedores de sus derechos desde principios de los noventa, el estudio se puso manos a la obra para llevar a cabo una adaptación a tenor de la moda del spándex de cuero negro que imperó gracias a los ‘superhéroes’ de la Warner, Matrix y su particular trilogía.

Fue el joven Bryan Singer el elegido para llevar a cabo la adaptación y en el año 2000 se estrenó en las salas de Estados Unidos (no del mundo entero ya que por aquello época las películas tardaban meses en aparecer desde su estreno en el país de origen) y se convirtió en un éxito instántaneo, al contentar tanto a los fans de la saga mutante como a la crítica en general que aplaudieron la apuesta de Singer, que consiguió la síntesi perfecta al hacer encajar el universo de los mutantes con un mundo real como el que presentó el director en la primera entrega.

Ante el éxito el estudio se puso manos a la obra con la secuela, respaldada por la película de Spiderman de Sony, que cimentaba poco a poco lo que acabaría convirtiéndose en uno de los pilares más importantes de la actual industria cinematográfica hollywoodiense, el género superheróico.

X-Men 2 se estrenaba apenas dos años después de la primera y multiplicó el espéctaculo a todos los niveles pensados, ya que la película consiguió ganar enteros y dar buena cuenta de ello al ser elegida por muchos acérrimos fans como una de las mejores adaptaciones comiqueras nunca jamás hechas.

Warner decidió por aquel entonces cederle a Singer la responsabilidad de llevar a cabo el relanzamiento cinematográfico del Hombre de Acero, antes de que Nolan llegara a cruzarse con el Caballero Oscuro, y FOX prescindió por completo de la figura del director para llevar a cabo el último episodio de la trilogía con Brett Rattner como sustituto.

X-Men: La Decisión Final se convirtió en un clavo en la tumba que poco a poco parecía ir cavando la productora en su propia franquicia; que empezaba a expandirse a través de propuestas ya que desde las altas esferas al ver el final de la trilogía iniciada por Singer decidieron crear películas protagonizadas por personajes principales.

Lobezno fue el primer experimento y X-Men Origines: Lobezno volvió a puntear un poco más la caja de pino que seguía siendo engullida por la tierra que iban lanzándose a sí mismos al no tener claro un rumbo prefijado.

Magneto y Tormenta iban a ser los siguientes, pero los proyectos quedaron completamente en el olvido hasta el éxito del Universo Marvel Cinemático lo que produjo la compra de Marvel por parte de Disney e hizo que FOX decidiera poner orden en casa.

Para ello requirieron del regreso de Bryan Singer, quién decidió reciclar la idea del spin-off de Magneto y lo convirtió en X-Men: Primera Generación. La dirección volvía a ser suya, pero ocupado con otros asuntos más ‘gigantes’ el director cedió su silla al joven cineasta Matthew Vaughn, quien había despuntado con la adaptación de Kick-Ass a la gran pantalla.

La nueva entrega de los mutantes cinematográficos se convirtió en un reboot camuflado de precuela, tan de moda actualmente en Hollywood, y la jugada les salió como guante en mano. Ya que la crítica volvió a ensalzar la película al haber sabido recuperar el espíritu que hicieron brillar los mutantes a principios de la década. Vaughn hizo un trabajo que le hizo ascender como director de la nueva película de Los 4 Fantásticos, también de FOX, y Singer libre de ataduras volvía a estar disponible para la secuela de la nueva senda a seguir por la Patrulla-X en el séptimo arte.

Al poco de terminar la proyección de X-Men: Primera Generación, pronto se anunció que la secuela iba a pasarse a llamarse X-Men: Días del Futuro Pasado, dando a entender que veríamos una adaptación de la homónima saga escrita por Chris Claremont y John Byrne, visionarios ellos ya que el futuro que mostraron en su momento era precisamente el mismo año en el que dio inicio el rodaje de una adaptación que ha mantenido en ascuas a todos los seguidores de los mutantes desde que se anunció.

En mitad de todo apareció Lobezno Inmortal dónde James Mangold consiguió dar nuevo brío al personaje de Lobezno que parecía condenado al ostracismo tras la vapuleada X-Men Orígenes: Lobezno. Tal vez fuera por la proyección de la futura secuela y ese universo cohesionado que ha querido crear FOX desde hace dos días, pero la película consiguió no despeinarse ante la sombra y permitió al menos pensar que podríamos incluso ver una secuela de esta nueva senda tomada por el personaje.

La nueva secuela de X-Men viajará a dos bandas, tanto al presente (que sería el pasado que conocimos en la primera entrega) y el futuro (que sería una X-Men 4 camuflada), atando cabos sueltos que pudieran haberse quedado coleando en pos a la continuidad de las películas y Singer ya ha prometido subsanarlos todos en la nueva.

El próximo mes de mayo, FOX cerrará un ciclo al permitir volver a Bryan Singer a la silla de dirección de una de las franquicias más importantes que han permitido arar el camino para productos que hoy en día se han convertido en auténticos monstruos de la recaudación.