Una vez concluido el primer arco de cuatro partes y un segundo de dos, ya podemos afirmar que la etapa de Cornell al frente de 'Lobezno' es un bluff de auténticas proporciones cósmicas. Y es que pese a la buena reputación que precede al guionista y a pesar de contar con los dibujos de Alan Davis, el nuevo periplo regular del mutante de las garras en solitario ha dejado bastante indiferente al público en general.
La serie parece haber nacido con un único propósito y es el contentar a los editores de la misma, quiénes seguirán la hoja de ruta que les establecerá la película de James Mangold tal y cómo se establece al final del sexto episodio. Y es que es lo único novedoso, que no original, que nos ha planteado Cornell y habrá que ver cómo explora las consecuencias que le depara a Logan en esta situación que probablemente nos llevará a un punto de no retorno o eso es al menos la sensación que se palpa en el aire, más teniendo en cuenta los planes que guardan para el bueno de Lobezno de cara al año que viene (y no nos referimos al rediseño de su traje).
La serie parece haber nacido con un único propósito y es el contentar a los editores de la misma, quiénes seguirán la hoja de ruta que les establecerá la película de James Mangold tal y cómo se establece al final del sexto episodio. Y es que es lo único novedoso, que no original, que nos ha planteado Cornell y habrá que ver cómo explora las consecuencias que le depara a Logan en esta situación que probablemente nos llevará a un punto de no retorno o eso es al menos la sensación que se palpa en el aire, más teniendo en cuenta los planes que guardan para el bueno de Lobezno de cara al año que viene (y no nos referimos al rediseño de su traje).
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