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Pese a que las ventas no sean del todo lo deseadas por la propia editorial, la serie intenta encontrar su hueco dentro del mercado y esto lo potenciará la editorial de cara al próximo evento, 'Cisma', dónde el papel de la serie será crucial.
De la mano de Kieron Gillen y Salva Espin, el número #8 nos presenta un conflicto por parte del fiero y salvaje residente del grupo de Hope, ya que la Patrulla-X podría perder la custodia de este nuevo personaje en este cómic. Tras presentarnos a un bizarro mutante, la sexta luz, en el anterior arco, Gillen sigue desarrollando el grupo de jóvenes al concederles los nombres de guerra por los que serán conocidos en el campo de batalla.
Puede que la serie no llegue a la altura de los New X-Men de Kyle y Yost, pero al menos ofrece algo novedoso en cuanto al último lustro de los mutantes, a la espera de ver cómo afectarán los acontecimientos de 'Cisma' y si la serie seguirá en pie una vez tengan que afrontar con las consecuencias de la guerra civil entre Lobezno y Cíclope.
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